21 Enero 2022
Desinformación en redes sociales: un fenómeno complejo, no entendido del todo
Óscar Jaramillo C.
Boletín Observatorio Internacional
No. 56 / Enero-febrero 2022
Facultad de Humanidades y Comunicaciones
Universidad Finis Terrae
La desinformación a través de las redes sociales es un fenómeno complejo con numerosas aristas políticas, éticas y judiciales (Center for an Informed Public et al., 2021; Tucker et al., 2018), pero que no ha sido estudiado a fondo desde una perspectiva netamente comunicacional.
Después de las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos, cuando la utilización de fake news (bulos informativos) para que Donald Trump ganara las elecciones (Kaiser, 2019) fue central (Center for an Informed Public et al., 2021), el mundo académico, político y mediático centraron su atención en el uso de la desinformación a través de las redes sociales (Owen et al., 2020).
La desinformación en la actualidad es un fenómeno complejo, en el que intervienen por igual numerosos actores: cuentas verificadas, bots, cyborgs, activistas políticos ad honorem, activistas políticos pagados, medios de comunicación partisanos y hasta adolescentes, que a través de la técnica del clickbait buscan ganancias económicas gracias a la publicidad de Google (Tucker et al., 2018).
De hecho, de acuerdo al Center for an Informed Public (2021), durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2020, la mayor parte de la desinformación provino de las cuentas de Twitter del ex presidente Donald Trump y su círculo cercano.
Tanto en Chile como en el mundo, se ha discutido mucho sobre el uso de bots para producir y difundir bulos informativos a través de las redes sociales (Davis et al., 2016; Ferrara, 2017; Marwick & Lewis, 2017). Sin embrago, muchas veces es muy difícil diferenciarlos de una persona real, debido a la existencia de cyborgs. Es decir, cuentas que combinan el uso de bots con personas reales para producir y difundir bulos informativos en los medios sociales (Starbird et al., 2019).
Por otra parte, Tucker y otros (2018), así como Starbird y otros (2019), han estudiado el rol que los activistas políticos ad honorem y los pagados han jugado en la producción y difusión de bulos informativos. Los activistas ad honorem tienen ese nombre porque no reciben ningún pago por su actuación, pero tienen un alto compromiso ideológico e identitario con causas y sectores políticos (Tucker et al., 2018). Su participación no es menor y de acuerdo a estos autores, deben ser estudiados más en detalle debido al volumen de información que producen.
Los medios partisanos son otra fuente importante de bulos informativos, que en la mayoría de los casos lo que hacen es darle credibilidad a informaciones falsas o engañosas que circulan en las redes sociales y colocarlas en la agenda de los medios (Center for an Informed Public et al., 2021).
Por otra parte, dentro de los activistas políticos pagados, merecen una mención aparte las llamadas fábricas de fake news (EL PAÍS, n.d.), en donde hay verdaderos ejércitos de periodistas, diseñadores, publicistas y programadores creando todo tipo de bulos informativos para interferir a favor de o en contra de figuras políticas o gobiernos establecidos.
Cabe recordar que detrás del famoso Pizzagate -según el cual una famosa cadena de pizzas de los Estados Unidos estaba secuestrando menores de edad bajo las órdenes de Hillary Clinton-, estaban sitios de noticias falsas de adolescentes de Ucrania y la región balcánica. Diseñaron sitios de noticias falsas orientados a un público republicano, con informaciones inverosímiles, pero que causaban ira y odio.
Lo que buscaban era que las personas hicieran click en las informaciones para obtener ganancias económicas a partir de la publicidad de Google (Google Ads) inserta en los sitios (Center for an Informed Public et al., 2021).
Como podemos observar, la desinformación a través de las redes sociales es un fenómeno complejo, que aún no se entiende del todo (Tucker et al., 2018) y que aún falta por estudiar la forma en que la desinformación fluye a través del ecosistema de medios con una lógica transmedia (Starbird et al., 2019). Recién comenzamos a identificar los actores que intervienen en ella, por lo que falta estudiar los procesos comunicacionales que se producen en la difusión, consumo y en la generación de efectos de las campañas de desinformación.
Bibliografía:
Así funcionaba la fábrica rusa de las noticias falsas | Estados Unidos | EL PAÍS. (n.d.). Retrieved January 18, 2022, from https://elpais.com/internacional/2018/02/20/estados_unidos/1519141912_318546.html
Center for an Informed Public, Digital Forensic Research Lab, Graphika, & Stanford Internet Observatory. (2021). The Long Fuse: Misinformation and the 2020 Election. https://purl.stanford.edu/tr171zs0069
Davis, C. A., Varol, O., Ferrara, E., Flammini, A., & Menczer, F. (2016). BotOrNot. Communications of the ACM, 59(7), 273–274. https://doi.org/10.1145/2872518.2889302
Ferrara, E. (2017). Disinformation and social bot operations in the run up to the 2017 French presidential election. First Monday, 22(8). https://doi.org/10.5210/fm.v22i8.8005
Kaiser, B. (2019). La dictadura de los datos. Harper Collins.
Marwick, A., & Lewis, R. (2017). Media Manipulation and Disinformation Online. Data & Society Research Institute, 1–104. https://datasociety.net/library/media-manipulation-and-disinfo-online/
Owen, D., Ogasahara, M., & Kiyohara, S. (2020). Public perceptions of “fake news” in the United States and Japan. Proceedings of the 2020 APSA Annual Meeting: Democracy, Difference, and Destabilization, 1–33. https://preprints.apsanet.org/engage/apsa/article-details/5f4958cb88b9140012179334
Starbird, K., Arif, A., & Wilson, T. (2019). Disinformation as collaborative work: Surfacing the participatory nature of strategic information operations. Proceedings of the ACM on Human-Computer Interaction, 3(CSCW). https://doi.org/10.1145/3359229
Tucker, J., Guess, A., Barbera, P., Vaccari, C., Siegel, A., Sanovich, S., Stukal, D., & Nyhan, B. (2018). Social Media, Political Polarization, and Political Disinformation: A Review of the Scientific Literature. SSRN Electronic Journal, March. https://doi.org/10.2139/ssrn.3144139