Page 5 - Boletin Observatorio Internacional
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rechazara el 2 de octubre los términos del acuerdo. Posteriormente, el 30 de noviembre pasado, el Congreso de Colombia aprobó el nuevo Acuerdo de Paz Definitivo, recogiendo parte de las observaciones presentadas por distintos grupos opositores en las nuevas negociaciones, las que —a pesar de los ajustes— no dejaron satisfechas a todas las partes.
Recientemente, la expulsión de cinco líderes de las FARC-EP por “entrar en contradicción con su línea político-militar”, plantea nuevas interrogantes sobre la cohesión del grupo y el impacto que podrían tener los disidentes en la desmovilización, aun cuando rápidamente las FARC-EP hicieron un llamado a acoger el acuerdo.
En este contexto, el desafío para Colombia es múltiple. Por una parte, cabe observar cómo se pondrá en práctica el proceso de desmovilización y desarme que ya se encuentra en desarrollo, cómo afectarán los grupos disidentes en la desmovilización y qué tan exitosa será la implementación de las diversas medidas y reformas que considera la etapa del posconflicto.
Esto, al mismo tiempo que el Gobierno retoma las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las cuales se estancaron debido a la negativa del grupo a liberar al ex congresista Odín Sánchez.
El incierto futuro de Venezuela
La suspensión en octubre del proceso para lograr el referéndum revocatorio, no ha acallado a la Oposición venezolana. Al fracaso que han tenido los diálogos de negociación y la situación de “desacato” en que se encuentra la Asamblea Nacional, según el Tribunal Supremo de Justicia, se sumó la acusación de “abandono del cargo de Presidente”, por parte de la Asamblea Nacional, fundamentado en el
incumplimiento de la Constitución y su
responsabilidad por “la grave ruptura del orden constitucional, violación de los derechos humanos y por la devastación de las bases económicas y sociales de la nación”. Todo lo cual hizo que demandaran, nuevamente, una salida electoral a la crisis.
El permanente deterioro de la economía venezolana, la fuerte presión interna y externa que ha recibido el gobierno, así como el nuevo cambio de gabinete, no han hecho más que reafirmar la postura adoptada por Maduro, reflejada en el nombramiento de Tareck El Aissami como nuevo Vicepresidente, a quien se le vincula con redes de corrupción, narcotráfico y agrupaciones islámicas, lo que no contribuye al establecimiento de lazos que permitan negociar una pronta salida a la crisis.
Frente a esta situación, retomar los esfuerzos por lograr el referéndum revocatorio pareciera ser la única medida para que Maduro deje el poder, aun cuando la llegada de El Aissami supone una radicalización y se posiciona como un posible sucesor.
Argentina y Brasil retoman el rumbo
La llegada de Mauricio Macri al poder
no ha estado exenta de dificultades. Tras
instalarse en la Casa Rosada, después
Observatorio Internacional No13| Facultad de Comunicaciones y Humanidades | Universidad Finis Terrae | 5
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