Page 9 - Boletin Observatorio Internacional
P. 9

La economía alemana, según el último informe del Bundesbank, está en una “sólida expansión”, con la tasa de desempleo más baja desde la reunificación germana (6%). Sin embargo, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha sabido capitalizar el descontento de los alemanes con la política migratoria del Gobierno, y se alza como la tercera fuerza política del país (13%), siendo la única colectividad que ha visto aumentado considerablemente su respaldo en los últimos años.
Los partidarios del AfD acusan a Merkel de abrir de forma irresponsable las fronteras del país a cerca de un millón de refugiados de las guerras de Siria, Irak y Afganistán. Y aunque es improbable que el AfD se imponga en los comicios, si planteará un serio problema a la gobernabilidad germana. Hasta 2013 el aliado natural de la CDU era el Partido Democrático Libre (FDP). Las encuestas indican que esta colectividad podría volver al Parlamento —tras desaparecer de él en 2013—, pero lo haría sin la fuerza suficiente para formar coalición con la CDU.
¿Qué opciones le quedan al partido de Merkel? Una es formar alianza con Los Verdes, quienes han mostrado simpatía por su política de refugiados, y la otra es una gran coalición con el SPD. El presidente de esta colectividad ya ha expresado su oposición a esta vía, pero es consciente de que esa puede ser la única alternativa para evitar la incertidumbre en la gobernabilidad germana, lo que repercutiría en la estabilidad del Viejo Continente.
¿Y el Brexit?
¿Cómo se gestionará la salida del Reino Unido de la Unión Europea? Esa es la gran interrogante que deberá responder el gobierno de Theresa May, el que asegura que revelará sus planes en febrero, aunque
muchos sospechan que no hay planes, lo
británico ante la Unión Europea.
Lo único que parece claro por ahora es que no habrá negociación hasta que Londres notifique la salida, lo que podría suceder en marzo.
Las negociaciones debieran prolongarse por dos años, y en caso de que no haya acuerdo, no se descarta la posibilidad de realizar un nuevo referéndum.
El efecto del Brexit se sentirá en la economía, donde se espera una caída de la libra, el aumento de la inflación y una baja en la inversión. En cuanto al crecimiento, este llegaría a 1,1% en 2017, y a 1,4% en 2018.
Durante las negociaciones, el Gobierno de May intentará conseguir tantos beneficios para Reino Unido como sea posible: espera mantener la cooperación en seguridad e inteligencia con la UE, pero eso será difícil de lograr si la Premier mantiene su deseo de estar completamente fuera de la jurisdicción de la Corte Europea de Justicia. Además pretende limitar la libre circulación de personas, pero manteniendo al Reino Unido en el mercado europeo. Asimismo, Bruselas —temeroso de que el Brexit expanda el euroescepticismo— intentará dejar claro que ser miembro del bloque comunitario conlleva importantes beneficios y que abandonarlo implica costos sustanciales. Como ha dicho Donald Tusk, presidente del Consejo de la UE, Londres tiene dos opciones: un Brexit duro o ningún Brexit.
Rusia: sin relaciones
Las relaciones entre Moscú y la Unión Europea han sido negativas desde 2014 y no hay base para esperar una mejora en 2017, lo que ya se podía anticipar cuando el año pasado el bloque comunitario amplió por seis meses las sanciones a Moscú tras su anexión de la península ucraniana de Crimea.
Observatorio Internacional No13| Facultad de Comunicaciones y Humanidades | Universidad Finis Terrae | 9 que ha gatillado la renuncia del embajador


































































































   7   8   9   10   11