Page 18 - Boletín Observatorio Octubre 2016
P. 18

Manuel Férez G. Coordinador del Seminario en Estudios sobre Medio Oriente y Cáucaso Universidad Anáhuac del Sur, México. Maestría en Integración Europea, Universidad Autónoma de Barcelona. Especialidad en Medio Oriente y Ciencia Política, Galille Institute, Israel. Licenciatura en Sociología, UNAM. Ha compilado cuatro libros especializados en Medio Oriente, siendo el más reciente Estos son los kurdos: análisis de una nación (2014). relacionesint.uams@anahuac.mx
pues Ygal Amir, un judío fundamentalista, asesinó a Yitzhak Rabin al  nalizar un acto por la paz organizado por la ONG Paz Ahora y que marcó el inicio del  n de la iz- quierda israelí.
Heredero de Rabin en el proceso de paz, Peres ocupó el puesto de Primer Ministro por siete meses y se enfrentó al incremento del terrorismo de Hamas y a la oposición a las negociaciones de paz encabezada por ese mismo Netanyahu que prometió durante su campaña “enterrar Oslo” y quien acabaría por derrotar por estrechísi- mo margen a Peres en las elecciones de mayo de 1996.
Siendo aún Primer Ministro, Peres autorizó una serie de bombardeos en Líbano, entre el 11 y el 27 de abril de 1996. Esta operación —conocida como “Uvas de la ira”— tenía dos objetivos: uno militar y otro político. El militar era debilitar a Hezbollá, y el político era posicionar electoralmente a Peres como un líder duro que no dudaba en llevar a cabo acciones militares. Durante esta operación se registró la llamada “Matanza de Qana”, cuando el 18 de abril un bombardeo israelí mató a más de 100 personas en un campo de refugiados de Naciones Unidas. Esta es una mancha en la biografía de Peres, que es muy recorda- da por los sectores paci stas israelíes y por los descendientes palestinos.
En noviembre de 2005, Peres traicionaría todos sus principios morales al unirse al partido Kadima, de Ariel Sharon, para servir
como Ministro de Exteriores en un gobierno recordado por sus crímenes de guerra y su polémica decisión de abandonar unilateral- mente la Franja de Gaza, sin ningún tipo de acuerdo con el liderazgo palestino.
De junio de 2007 a julio de 2014, Peres fungiría como Presidente de Israel, periodo en el cual recibiría un sinfín de reconoci- mientos internacionales, daría discursos muy sentidos sobre la paz y la reconcilia- ción. Y sería la cara internacional más re- conocida de un Israel que mientras tanto mutaba profundamente hacia la derecha radical y se volvía cada vez más diferen- te a aquel pensado por Peres y los demás “padres fundadores” de la nación.
Chemi Shalev dijo de Peres que “fue el Israel que todos quisieran que fuera, más que el país que realmente es”5. Esta representa- ción e idealización internacional de Peres hace difícil la tarea de analizarlo como lo que verdaderamente fue: un político prag- mático más que un idealista; un buscador de la paz, pero también del reconocimien- to y aplauso público del cual fue adicto; un líder que para mantenerse en el poder llegó a fomentar asentamientos ilegales y lanzar operaciones militares desastrosas; y en el fondo, un ciudadano israelí que daba dis- cursos por el mundo sobre un Israel que ya no existe y que quizá nunca existió.
Ahora Shimon Peres y su legado serán re- cordados por sus luces, pero sin olvidar sus sombras.
5 Shalev, Chemi. The Countless Contradic- tions of the Late and Great Shimon Peres. Haaretz. Sept 28, 2016.


































































































   16   17   18   19   20