En momentos en que se encuentra ad portas de elegir un nuevo presidente, la incertidumbre no solo se ha apoderado de la ciudadanía trasandina, sino también de los mercados. El fantasma del peronismo es, en estos momentos, el peor enemigo de la centroderecha, que si bien en 2015 logró capitalizar el descontento popular, hoy parece estar perdiendo la batalla.