Tras cuatro años de negociaciones, este 31 de enero el Reino Unido cierra por fuera la puerta de la Unión Europea. Y aquí aparecen nuevos caminos: el del primer ministro Boris Johnson, que quiere una transición rápida; el de Bruselas, partidaria de un período que no deje cabos sueltos, y de una Escocia con ansias independentistas.