En agosto de 1990, en pocas horas Irak invadió el pequeño emirato de Kuwait. De esta forma, Saddam Hussein generó una nueva crisis en Medio Oriente, que puso a prueba a Estados Unidos y a la Unión Soviética, en un momento clave de la Guerra Fría.
Cuando hace tres décadas Irak invadió Kuwait, obligó a Estados Unidos y a la Unión Soviética a intervenir en Medio Oriente. La Guerra Fría avanzaba hacia su desaparición y este conflicto podía afectar de manera significativa el nuevo orden del sistema político internacional