No está, pero sigue ahí: presente, indeleble y poderoso. El ex presidente Donald Trump abandonó la Casa Blanca en enero de este año, su poder ejecutivo se desvaneció entre las vainas de la institucionalidad democrática estadounidense, pero su influencia sobre el Partido Republicano sigue elevada. No cesa.
Eduardo Olivares C.
Boletín Observatorio Internacional
No. 54 / Julio-agosto 2021
Facultad de Humanidades y Comunicaciones
Universidad Finis Terrae